Oriundos del Distrito Federal (México), y firmados por una disquera de la cual se ha mencionado bastante en estos últimos días en este blog (nene records), ellos son The Exils, una banda que puede que suenen a un sin fin de bandas ya "viejas", como Sonic Youth, Blonde Redhead, e incluso a unos Yeah Yeah Yeahs, pero ellos hacen su lucha (y no lo digo con ánimo de menospreciarlos), al contrario, les aplaudo y de pie. Su música es punk, con pinceladas dulces de noise e incluso de garage, sus letras son rebeldes y oscilan entre lo agresivo y lo obsesivo, su mayor comparativo con las bandas que se mencionaron antes, es sin duda, la fémina voz de Syntheziser (quien luce bastante bien, refiriéndome con ello a su actitud). Las guitarras son llenas de distorsión, de un fuzz elegante, sencillas, sin arreglos que quieran pretender un malviaje, son guitarras básicas, pero que suenan bien, que gritan como viento en casa abandonada.
La banda fue formada por un par de hermanos (Dave y Chalo), quienes en 2007 decidieron experimentar con sus juguetitos y pedales, habiendo en la banda un sinfín de cambios en la alineación, pero mismos cambios que han hecho el sonido que hoy apreciamos de ellos. Su música no es algo con lo cual experimentes llegar al Nirvana musical, su música es sencilla, es simplemente un buen rock, utilizan el ruido cuando deben ocuparlo, la voz es alzada, cuando se requiere y sus influencias son latentes en su sonido.
La producción está muy bien cuidada, ya que a pesar de tener tintes de noise, garage, lo-fi e incluso matices de shoegaze, sus guitarras y baterías no suenan a radio viejo, lo cual, últimamente en bandas de ese género, empieza a fastidiarme, ellos cuidan mucho su sonido, primordialmente de las guitarras y las voces, aunque suenan sucias y ásperas, no están en exceso saturadas, dándoles cierta sofisticación en su sonido. Realmente son una banda que vale la pena escuchar, y seguir su evolución, la cual, no dudo tendrán.
La banda fue formada por un par de hermanos (Dave y Chalo), quienes en 2007 decidieron experimentar con sus juguetitos y pedales, habiendo en la banda un sinfín de cambios en la alineación, pero mismos cambios que han hecho el sonido que hoy apreciamos de ellos. Su música no es algo con lo cual experimentes llegar al Nirvana musical, su música es sencilla, es simplemente un buen rock, utilizan el ruido cuando deben ocuparlo, la voz es alzada, cuando se requiere y sus influencias son latentes en su sonido.
La producción está muy bien cuidada, ya que a pesar de tener tintes de noise, garage, lo-fi e incluso matices de shoegaze, sus guitarras y baterías no suenan a radio viejo, lo cual, últimamente en bandas de ese género, empieza a fastidiarme, ellos cuidan mucho su sonido, primordialmente de las guitarras y las voces, aunque suenan sucias y ásperas, no están en exceso saturadas, dándoles cierta sofisticación en su sonido. Realmente son una banda que vale la pena escuchar, y seguir su evolución, la cual, no dudo tendrán.
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