Después de su "It's Never Been Like That" del 2006, Phoenix se dedico a lidiar con el éxito de este, así como a vivir sus vidas independientes, algunos criando hijos, y otros experimentando con sonidos electrónicos los cuales utilizarían para este su cuarto álbum de estudio, el cual aunque tiene aires del antes mencionado "It's Never Been Like That", se escucha con mucha más experimentación en canciones como "Love like a Sunset", una canción épica dividida en dos que bien pudiera ser de unos Genesis del nuevo milenio, con un kilométrico intro que va in crescendo hasta darnos una explosión sonora, con sube y bajas que destruyen radicalmente y por completo el sonido no solo del disco, sino de la misma banda. El disco sabe más electrónico, aunque respetando su sonido orgánico, mismo sonido intencionalmente trabajado con Philippe Zdar, miembro del dúo francés Cassius quien mezcló gran parte del disco y fue parte primordial en la producción de este. Las guitarras son finas y perfectamente estudiadas tanto por Christian Mazzalai y Laurent Brancowitz, dejando por entendido que en la banda no existe una guitarra líder y otra que acompañe, porque en todas las canciones son exageradamente apreciables y sofisticadamente degustables, dándonos un trabajo que aunque repite la formula en cuanto a elaboración de canciones, este suena mucho más bailable, tirándole al House o al mentado Electro Rock de bandas como Does It Offend You, Yeah?.
En Wolfgang Amadeus Phoenix encontramos sonidos eufóricos y radiantes, alegres y llenos de optimismo, coquetos y con alma propia, que no necesitan ser aderezados por videos mega producidos, es un disco que de principio a fin satisface y te deja con un dulce sabor de boca, con temas que tal vez resulten irónicos como el mismo título del disco, que aunque pretenciosos, ellos conocen perfectamente sus carencias y es ahí donde juegan con ellas y nos divierten con canciones como la introductoria "Lisztomania", el primer sencillo del disco que fue "1901" con una intencionalmente desafinada voz de Thomas Mars que ha venido patentando, la magnética "Lasso" o las enteramente pop "Countdown (Sick For The Big Sun)", "Girlfriend" y "Armistice". Aunque Wolfgang Amadeus Phoenix fue editado en Mayo de este año, es un trabajo que pasara y desfilara el tiempo encima de él y seguirá sonando fresco, porque aunque no descubrieron o redescubrieron un sonido, es un pop que esta tan bien hecho, que suena fino y sofisticado que difícilmente se encuentra hoy en día.