Proveniente de Tokio, pero radicada en San Francisco, CA., Satomi Matsuzaki es quien da voz y esquizofrenia a este proyecto experimental de noise, con tintes de punk, acompañada por Greg Saunier y John Dieterich, quienes juntos hicieron de este disco, una experiencia sonora de instrumentos perfectamente ejecutados, lo cual se escucha e incluso te llegas a perder con ese sonido de maquinaria trabajando en fabrica.
La música es disonante, en ocasiones confusa y cuadrada, las guitarras son sucias y distorsionadas, aunque con mucha melodía en cada nota, la voz de Satomi en ocasiones recuerda a Kazu Makino de los Blonde Redhead y a esa fantasiosa caricatura de Cartoon Network llamada Puffy AmiYumi. Este, es su quinto disco de estudio, editado en el 2003 y es en este cuando la banda forma un sonido propio, tanto en su instrumentación, como en la vocalización de Satomi, quien con sus alaridos extraños y melódicos, forma un sonido que si bien rememora a Kazu Makino, la música de Deerhoof resulta más enferma y no tan “amable”, utilizando en esta ocasión el término “amable”, para denominar a la música de Blonde Redhead años luz, más depresiva que la música de esta banda. Este disco es en absoluto irreverente, incluso las canciones “relajadas”, resultan en exceso experimentales, escuchándose como el preámbulo de un caos en proceso y muy bien orquestado.
El disco aun cuando se escucha experimental, no resulta pretencioso o fanfarrón, suena a algo que hicieron porqué les parecía que sonaba “bonito”, más no por querer sonar muy “locos”. Si no conocen a esta banda, esté a mi parecer es una perfecta demo, de lo que esta banda sabe hacer, en su haber, cuentan con diez discos de estudio y cuatro EP’s.
Download
No hay comentarios.:
Publicar un comentario