lunes, 25 de enero de 2010

Robert Downey Jr - The Futurist


Ayer fui a ver Sherlock Holmes al cine, la más reciente película de Guy Ritchie protagonizada por el personaje que hoy tenemos en este espacio, hablando un poco de la película, solo puedo decir que es entretenida, cumple con su objetivo primordial que es hacerte pasar un rato agradable, es un guion inteligente, muy ágil y sencillo, que tiene sus momentos de complejidad pero que al final todo queda resuelto y aclarado no dejando cabos sueltos, tanto la dirección como las actuaciones tanto de Downey y Jude Law brillan con luz propia, es una película que desde un principio sabes que estás en una película de Ritchie, por las cámaras lentas y los análisis meticulosos de personajes, es en definitiva un trabajo que bien vale la pena y estoy completamente seguro será una franquicia redituable que les dará para más. Pero bueno, dejando atrás el trabajo que Downey hace en cine, el cual es honrado y respetado por un servidor, les presento una faceta que no es muy conocida del artista, con la cual demuestra que es todo un personaje, con una sensibilidad y emotividad que refleja en “The Futurist”, un trabajo de diez canciones, de las cuales ocho son escritas y/o co-escritas por él mismo, una más por Joe Anderson y una última compuesta por un personaje que interpreto Downey Jr., con el cual robo la atención de la crítica e incluso del premio Oscar, personaje que al igual que Downey, se desconocía la faceta musical, refiriéndome de Charles Chaplin, actor que es admirado con devoción por el propio Downey. “The Futurist” aunque fue editado el 2004, es un trabajo fresco que suena reciente y con vida misma, clamando sensatez y redención, reflejando un sinfín de dilemas y conclusiones de un hombre maduro, repleto de melodías que relajan y entablan armonía, donde el mejor amigo de Downey es un piano que lo acompaña a platicarnos sobre el amor, los miedos, el odio y la redención propia. La música explora el Jazz y el Pop, viéndolos desde un modo “alternativo” y poco ortodoxo, los arreglos son gentiles y modestos, al igual que la voz de Downey, demostrando que más que abarcar el mercado musical, el actor simplemente jugo a ser músico y le resulto un trabajo digno de disfrutar. Realmente un trabajo que bien se aprecia en el trabajo o durante esos inevitables momentos de largos pensamientos, no me resta más que desearles un ¡EXCELENTE inicio de semana!